Pleitesía es el nombre que reciben aquellas personas que, en presencia de alguien al que se le debe o merece gran respeto, demuestran una actitud reverencial o sumisa, con el fin de rendir homenaje al individuo importante. Siguiendo esa línea, la pleitesía también puede ser el acto de rendirse o dejar someterse por otro sujeto o un grupo de ellos. Entre otra de las acepciones de este término, se halla aquella que se refiere a un pleito o contienda, llevado a cabo entre dos o más personas. Además, esta palabra se utilizó para destacar a un pacto o conveniencia.
Es importante mencionar que, a través del tiempo, el sentido de este término ha sido modificado; la primera indicada es la que se mantiene hoy en día, mientras que las demás entraron en completo desuso. Por ello, la pleitesía, hoy en día, hace, únicamente, alusión a una muestra de respeto. Esta puede ser hallada en diversos contextos de la vida cotidiana, tales como el laboral, el social e, incluso, el personal o sentimental, para con miembros de la familia de gran edad o de importantes logros. Es común que en la política se dé la pleitesía, en especial cuando un político de importancia, proveniente de otras tierras, se traslada a otra nación a tratar asuntos diplomáticos, las fuerzas militares y policiales, además de parte del personal político de la región, le rendirán algún tipo de homenaje, como una muestra de respeto hacia su persona.
La pleitesía, por supuesto, no se limita a simplemente los entes terrenales, sino que también se le rinde sumisión a las deidades, de acuerdo a las enseñanzas doctrinales de cada país. Desde tiempos inmemoriales esto se ha puesto en práctica, empezando por aquellas comunidades que fueron la cuna de la civilización.