Preeclampsia

Conocida también como toxemia del embarazo, la preeclampsia es una enfermedad que puede desarrollarse durante los primeros 20 días de gestación del feto, cabe destacar que, esta se encuentra relacionada con la hipertensión. Generalmente esta se presenta en primerizas tanto adolescentes como mayores de 35 años.

Cuando una mujer está embarazada de preeclampsia, por lo general tiene síntomas de convulsiones, agitación severa, pérdida de conciencia y ausencia de respiración durante períodos de tiempo, así como posibles dolores musculares esqueléticos y alteraciones retinianas causadas por la hipertensión. Si tiene preeclampsia, puede tener síntomas como hinchazón de las manos, la cara, los tobillos y los pies, aumento de peso exagerado, dolor de cabeza intenso y persistente, algunas alteraciones visuales, dolor en la parte superior del abdomen, presión arterial alta, sangre en la orina, taquicardia, náuseas y vértigo.
La principal manifestación de esta condición es la elevación de la presión arterial por encima de 140/90 mmHg, que generalmente ocurre después de la vigésima semana de gestación. Los edemas o piernas hinchadas, una orina espumosa y la exclusión anormal de proteínas son parte de las diversas manifestaciones de la preeclampsia de la mujer durante la gestación.
La fisiopatología de la preeclampsia y la eclampsia no se conoce bien. La causa exacta de la preeclampsia es desconocida. Esta condición ocurre en aproximadamente 3% a 7% de todos los embarazos.

  • Trastornos autoinmunes
  • Problemas vasculares
  • Tu dieta
  • Tus genes

Los factores de riesgo incluyen:

  • Primer embarazo
  • Historia de preeclampsia
  • Embarazos múltiples (gemelos o más)
  • Antecedentes familiares de preeclampsia
  • Obesidad
  • Edad mayor de 35 años
  • Historial de diabetes, presión arterial alta o enfermedad renal.

En el caso de que la mujer esté embarazada tiene preeclampsia, la mejor manera de protegerse y proteger al bebé es dar a luz. Si no es posible para la edad gestacional del bebé, uno debe tratar de controlar la preeclampsia hasta el momento más apropiado para el parto. El reposo, un buen control médico, tratamiento para disminuir la presión arterial, y de ser necesario una hospitalización. En cualquier caso, el médico evaluará el caso y determinará el tipo de tratamiento a seguir.