Prejuicio

El prejuicio tiene su origen en el “praeiudicium” latino que significa “juicio previo”. Esto es básicamente una carga negativa de algo que no se conoce. La crítica infundada, la hostilidad sin ninguna razón, se basa en el prejuicio. Al prejuzgar, se establece un juicio de valor sobre algún sujeto o persona de antemano.

Hay varias razones que conducen a una actitud prejuiciosa por parte de las personas. Básicamente, podemos hablar de ignorancia e incluso miedo. Algunos estudiosos del tema creen o afirman que el hombre desarrolla el prejuicio, una herramienta para protegerse contra lo que él mismo considera peligroso para su persona. De esta forma, al establecer juicios tempranos, puede evitar situaciones peligrosas o riesgosas.
En otras palabras, un prejuicio es una crítica que se hace sin tener suficientes elementos previos para apoyarlo. Esas actitudes hostiles hacia los demás son características naturales de un individuo con prejuicios. Se cree que el prejuicio se origina mediante las creencias, tradiciones y costumbres que se asignan a un grupo en particular. Como tal, se originan primero hacia un individuo, luego se atribuyen a todo el grupo al que pertenece ese individuo, y luego se aplican a todas las personas del grupo.
La elaboración de prejuicios ha evolucionado a medida que la sociedad ha cambiado. Este tipo de pensamiento está relacionado con la discriminación. Los prejuicios tienden a ser negativos (algo o alguien es rechazado antes de que tengan suficiente conocimiento para juzgarlo por razones) y fomentan la división entre las personas: si un sujeto cree que alguien es malo, ni siquiera se acercará a conocerlo o controlarlo.
El problema fundamental de los prejuicios es que dan lugar a situaciones de injusticia y discriminación.
Un claro ejemplo de prejuicio puede ser; el hecho de creer que todos los judíos son codiciosos solo porque se les ha dado tal reputación, sin saber por qué y sin preguntarnos si este es el caso, de dónde viene esta creencia, si tiene o no motivos, lo que creemos lo damos como válido, sin más y sin menos, y contribuimos a su difusión asintiendo cada vez que alguien lo afirma o también al decirlo.
Es importante señalar que en el nivel social es donde generalmente ocurren las consecuencias más graves de los prejuicios, incluso llegando a los límites del daño físico que producirá un crack difícil de resolver entre los miembros de una sociedad.
La sociedad se establece mediante diversos actores sociales de diferentes ideologías, origen étnico y estatus sociales, si nos dejamos llevar por los prejuicios que existen en torno a razas, religiones, condiciones sexuales habrá confrontaciones que terminarán por romper la armonía social y sembrarán odio. Indudablemente, es en este aspecto en el que, maestros, padres, entre otros, deben trabajar más, capacitar a las personas sin prejuicios.