En el caso de las naciones, el Presidente es la cabeza del Poder Ejecutivo, es decir, quien, junto a un equipo multidisciplinario integrado por un gabinete ministerial, se encarga de diseñar las políticas que encaminarán al país hacia la satisfacción de las necesidades de sus habitantes y al cumplimiento de las leyes discutidas y aprobadas por quienes conforman el Poder Legislativo.
El Presidente es la figura más visible del gobierno de una nación y es el responsable de escoger, previa asesoría, a los funcionarios más idóneos para liderar las instituciones que le dan vida al Estado.
Una de las funciones principales de quien ejerce este cargo es la representación de su país ante los organismos de orden multinacional, con el objetivo de promover iniciativas que contribuyan con el desarrollo integral y sostenible de sus representados, haciendo un uso adecuado de los recursos de los que dispone.
En la mayoría de los casos, el Presidente es electo por medio de una votación abierta, directa, universal y secreta, por lo que es el pueblo el que le confiere la responsabilidad de dirigir sus destinos.
En varias repúblicas del mundo, también existe la figura de vicepresidente, funcionario que asume las funciones presidenciales cuando el Presidente está imposibilitado para cumplir con el mandato que le fue otorgado o se encuentra fuera de su territorio por un tiempo prolongado.
Aunque no se denominen de la misma manera, hay cargos similares al del Presidente, tomando en cuenta las atribuciones que le son inherentes a este empleado público de alta jerarquía, por ejemplo, los primeros ministros y Jefes de Estado son el equivalente al cargo presidencial en varios países del Globo.