Recursos Forestales

Los recursos forestales normalmente se consideran renovables, aunque se ha demostrado que es un proceso de deforestación constante ya menudo irreversible. La explotación intensiva de los bosques puede identificarse como la causa fundamental de los desastres naturales que sufren algunos países del mundo. La utilidad de los recursos forestales reside no solo en la producción de materias primas y bienes económicos, sino en el papel esencial que desempeñan en el funcionamiento del sistema natural, sin el cual no podría haber vida.

Es habitual distinguir entre bosques tropicales y templados. La superficie cubierta por bosques tropicales es de 1760 millones de hectáreas y la de bosques templados es de 1640 millones de hectáreas.
Un producto forestal puede ser cualquier parte de un árbol, como madera, fruta y hojas. Los elementos forestales, como los hongos y los servicios ambientales, como la regulación del clima y la purificación del aire, también se consideran productos forestales.
Los recursos forestales y de vida silvestre mantenidos en su origen y las tierras estatales cuya capacidad para un mayor uso es la silvicultura, con o sin bosques, conforman el Patrimonio Nacional Forestal. Estos recursos no pueden utilizarse para fines agrícolas u otras actividades que afecten la cobertura vegetal, el uso sostenible y la conservación del recurso forestal, independientemente de su ubicación en el territorio nacional, excepto por las excepciones de la ley.
Según la superficie de los bosques naturales, Perú ocupa el segundo lugar en América del Sur después de Brasil y el séptimo en el mundo. A nivel nacional, aproximadamente el 90% del área forestal está ubicada en la Amazonía peruana, con más de 70 millones de hectáreas, el 60% del territorio peruano.
El sector forestal participa en la economía nacional principalmente a través de la producción de bienes. Como alimentos, energía y productos manufacturados, y la prestación de servicios privados y gubernamentales en beneficio de la sociedad. La actividad forestal está a cargo de la extracción, transformación y comercialización de la madera y otros productos forestales.
Uno de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad hoy en día es el agotamiento de los recursos forestales ocasionados por la reducción de las tierras forestales para la agricultura, la construcción, la tala de árboles para obtener combustible y forraje, etc.
El papel de las personas que viven en el bosque es esencial para la prevalencia de ambos en ese lugar. A menudo, las comunidades locales ignoran las reglas gubernamentales y crean sus propias reglas, generando patrones de comportamiento que difieren ampliamente de la legislación y la burocracia; porque las comunidades locales viven fuera del bosque y son los principales usuarios de sus productos (Gibson, et al., 2000).