El registro civil es uno de los organismos que se encargan de brindar ciertos servicios públicos a la sociedad, especialmente aquellos relacionados con el estado civil de una persona. Éste, de acuerdo a la legislación de cada país, puede cumplir una variedad de funciones, como lo son el registrar cada nacimiento, los datos correspondientes a los ascendientes y los descendientes, los nombres y apellidos, los decesos y los matrimonios; en algunos países, este recinto puede encargarse, también, de otorgar las nacionalidades, la emancipación y los tramites con respecto al otorgamiento de la patria potestad.
Por ser un servicio público, los registros civiles deben limitarse a cumplir las funciones impuestas por el Estado en el que operan; además, la mayoría de sus tareas está relacionada con la regulación de las condiciones sociales, para lograr igualdad y bienestar en la población. Estos deben centrarse, como se espera, sólo en las personas físicas o naturales, es decir, cualquier miembro de la raza humana, que esté sujeto al cumplimiento de sus derechos. Entre los derechos de este, se encuentra el establecimiento de un estado civil claro; esto es, estar legalmente relacionado a un grupo familiar, debido a las relaciones que con estos se mantiene, ya sea por parentesco o matrimonio.
En la antigua roma, se obligaba a los padres a registrar el nacimiento de sus hijos, cuando se realizaban los censos. Durante la Edad Media, se establecieron las partidas de bautismo, en donde se tomaban los datos de cada infante que era bautizado. Después, con la libertad de culto, se establecieron registros civiles en las poblaciones de grandes y medianas dimensiones.