La revolución neolítica fue un fenómeno de gran importancia para la humanidad, en donde el hombre pasó por una etapa de transformación que lo llevó de una vida nómada a una vida sedentaria y de contar con una economía recolectora a una productora. Se estima que este periodo se inició una vez concluida la era glacial.
Una vez que finaliza las eras de glaciaciones, la temperatura y el clima del planeta se vuelven más accesibles para el desarrollo de los distintos tipos de vegetación y es a partir de allí, es que el hombre comienza poco a poco a poblar la tierra y de manera casual también comienza a descubrir y a comprender todo lo que tiene que ver con la fertilización y crecimiento de vegetales, para de esta manera producir sus propios alimentos.
Esta nueva forma de producir sus alimentos, hizo que el hombre se asentara en los sitios donde tenía sus cosechas convirtiéndolo en un ser sedentario. Esta situación lo hizo comenzar a tener la posibilidad de domesticar animales salvajes, que luego le serviría de alimento o de animal de carga.
Es importante señalar que la revolución neolítica no fue un proceso que surgió de manera repentina, sino que tuvo que pasar por muchos cambios que comprendieron años de observación de la vegetación, de su crecimiento, de encontrar respuesta a muchas inquietudes como por ejemplo de donde salían las plantas y muchas otras dudas que la civilización fue descubriendo a través del descubrimiento de la semilla.
El hombre comenzó a observar que las semillas que se encontraban en las frutas, al no ser consumidas iban a parar a la tierra, de donde luego saldría la primera planta, este hecho tuvo que ser estudiado durante mucho tiempo por el ser humano. Se puede decir entonces que la agricultura fue un proceso algo complejo para la civilización.
Con el descubrimiento de la agricultura, el hombre primitivo también se dio cuenta a través de la observación, que ciertos animales eran mucho más grandes y con más carne, por lo que podría alimentarse mejor, lo que originó la creación de la ganadería.
En fin, la revolución neolítica con el tiempo dio paso a la aparición de otros fenómenos relacionados con el desarrollo de sociedades un poco más complicadas, en donde comenzaba a presentarse la división del trabajo y en la creación de comunidades más estables y organizadas.