Ripio

Se conoce como ripio al conjunto de minerales (por lo general, rocas sedimentarias como la arcillita, la caliza y la arenisca), que son presentados como fragmentos de roca. Estos son obtenidos mediante la disposición de taladros en superficies ricas en las ya mencionadas rocas o durante la perforación de pozos. A partir de esto, se constituyen los llamados caminos de ripio que, si bien presentan mejor calidad que los cambios de tierra, requieren de mucho mantenimiento y, los vehículos que por él transitan, presentan gran adhesión al terreno. En la poesía, se les llama ripio a aquellos rases o versos llanos, superfluos, utilizados para completar un poema; utilizado en exceso, puede restarle valor al poema.

Los ripios, como material de desecho, pueden resultar peligrosos durante su aplicación, debido a que pueden contener parte de las sustancias presentes en el lugar de su extracción. Para evitar accidentes, se han desarrollado innovadores procesos para limpiar los restos de sustancias tóxicos, como la incineración, la inyección subterránea, solidificación o estabilización y el biotratamiento. Su uso se remite a cubrir las carreteras y, en algunos casos, sirve como relleno extra en construcciones de bajo presupuesto.
Como recurso poético, el ripio se ha identificado hasta en piezas de autores como Rubén Darío y Lope de Vega. Estos, aunque puede resultar una fácil solución, no resultan atractivos a las élites literarias. Por último, ripio es también el nombre de una página web dedica a la administración e inversión con bitcoins, presente, especialmente, en América; esta permite que sus clientes compren y vendan la moneda virtual y, además, envíen y reciban dinero. Es posible pagar sin utilizar tarjetas de crédito y el servicio es completamente gratuito.