El término “Rueda” tiene su origen en la voz latina Rota, la cual se refiere a un elemento de características mecánicas, que posee forma de disco y que se inserta en un eje, con la intención de que dé vueltas a su alrededor.
Partiendo de lo anteriormente expuesto, se puede afirmar que una rueda es una máquina simple o que éstas constituyen una parte de un artefacto de mayor complejidad.
A todas luces la rueda es considerada como uno de los inventos humanos más importantes en el desarrollo del hombre como un ser interesado en la satisfacción permanente de sus necesidades.
Los historiadores han ubicado su invención a finales del periodo neolítico, o lo que es lo mismo, aproximadamente en el quinto milenio antes de la era cristiana.
En los primeros tiempos de haber sido inventada, la rueda empleada en el campo de la alfarería y posteriormente se aplicó su utilización en la concepción de medios que sirvieran para el transporte de personas y de objetos.
Las primeras ruedas fueron elaboradas a base de madera y poseían un hoyo en el centro, con la finalidad de que pudiesen ser incrustadas en un eje que les permitiera girar.
La evolución de las ruedas primitivas alcanzó un gran salto cuando les fueron añadidos radios o rayos, cuya función es la de unir con rigidez al centro con su extremo externo. Fueron precisamente los rayos los que contribuyeron de manera importante en la fabricación de vehículos menos pesados y, por ende, más rápidos y eficaces.
Además de la madera, recursos como el hierro y el bronce también fueron usados con el paso del tiempo en la elaboración de las primeras ruedas.