Saciar

El verbo “saciar”, es a menudo utilizado para hacer referencia a la situación en la que una persona come y bebe hasta que deja de experimentar el hambre y la sed o, incluso, al punto en el que ha ingerido demasiados alimentos, rozando su capacidad de almacenamiento. Por otra parte, se ha utilizado esta palabra para hablar sobre los individuos que, con gran ambición, son capaces de alcanzar cierta satisfacción, meta o aspiración. De esta forma, se relaciona la palabra con otros términos como “atiborrar”, “hartar” o “llenar”, y en contraposición con otras como “carecer” o “vaciar”.

La palabra tiene su origen en el vocablo latín “satiare”, traducido como “calma, satisfacer”, que a su vez proviene de “satis”, siendo este “bastante, suficiente”, un término que comparte raíz con “satur” (colmado), del que nace palabra como “saturado”. Es así como nace la acepción de “llenarse”. La práctica de comer grandes cantidades de comida ha sido condenada desde tiempos antiguos, puesto que es un hábito que llevaría al sobrepeso y, por tanto, a un estado poco saludable, además de que se desperdicia comida. El simple acto de saciar una de las necesidades humanas más básicas, puede llevar a cometer graves excesos, entrando en la llamada “gula”.
“Satisfacer”, de igual forma, está vinculada a “saciar”. Ambos significados muestran importantes similitudes, puesto que se está alcanzando un estado de plenitud, ya sea por haber alcanzado un objetivo planteado o cumplido un deseo banal. De igual forma, se encuentra conectado con la primera acepción expuesta, en donde se suelen utilizar como sinónimos.