Silepsis se le llama a aquella construcción sintáctica que, tomando al menos dos términos de una oración, se encarga de relacionarlos con respecto al número y al género, haciendo especial uso de la lógica y haciendo a un lado la gramática. De acuerdo a lo expresado por algunos expertos, este tipo de práctica le da prioridad al “eso” del mensaje y no a lo que realmente quiere ser transmitido. Esta forma parte de las figuras literarias, entrando en el específico grupo de las de omisión, que se definen por la supresión de elementos lingüísticos que, en teoría, son necesarios para la construcción de la unidad.
Es ampliamente utilizada en la retórica, aquella ciencia destinada a estudiar y sistematizar los procesos relacionados con el lenguaje hablado, con una finalidad persuasiva, estética y comunicativa. A pesar de esto, se ha mencionado que, en la mayor parte de los casos, se trata de errores, puesto que gramaticalmente existen discordancias en cuanto al género y el número. Igualmente, se cataloga como “una forma exagerada” del zeugma, otra de las figuras literarias de omisión, en la que se existen fallas lógicas con respecto al sentido lógico de la oración, debido a la supresión de ciertas palabras.
La silepsis, de igual forma, es de las figuras en las que se habla de expresiones que tienen tanto un sentido figurado como uno recto. De esta forma, además de enriquecer el texto, se estaría hablando de una especie de metáfora. Ejemplo de ello, es los siguientes versos de Gustavo Adolfo Bécquer:
alguien va sembrando el mal
para que yo lo recoja»