Sorpresa

Se define como sorpresa al sentimiento que deriva de una situación o noticia que se presenta sin que se le espere.
Las sorpresas forman parte de las emociones elementales del ser humano y, según su naturaleza, podrían producir efectos de carácter positivo, negativo o neutral.
Expertos en el área han establecido que la sorpresa podría estar situada entre las esperanzas del hombre y la realidad en la que está envuelto, así como también están ligadas a los hechos deducidos por simple lógica y la manera real como se van desencadenando los acontecimientos.
Visto de esa manera, bien vale afirmarse que las sorpresas son el producto de algún vaticinio que no ve cumplimiento en el plano de la realidad.
Mientras que en el plano del lenguaje propio del cuerpo, esta emoción se hace visible por medio de la exaltación de las cejas, la apertura inusual de los párpados, la caída pronunciada y deliberada de la mandíbula y el torne evidente de las arrugas propias del área frontal.
Hay que considerar que, pese a lo que ocurre con otras emociones, hay análisis científicos debidamente sustentados que confirman que no hay una conexión estrecha entre las expresiones faciales y este sentimiento momentáneo.

Otras de las características predominantes de la sorpresa es que ésta no suele durar más de un par de segundos, razón por la que los entendidos en la materia con frecuencia expresan que, al sorprenderse, el ser humano atraviesa por una especie de estado de shock, básicamente caracterizado por tratarse de un acontecimiento que puede ser de índole estresante y traumático y que, por ende, trae como consecuencia la desorientación, generándose así dificultad para mantener la atención fija en algo o para emitir una respuesta ante un estímulo de carácter externo.