Supervisión

Se le llama supervisión al acto en el que una persona, mientras realiza cierta actividad, es vigilada por otra, que cuenta con la capacidad y la experiencia para llevarla a cabo de forma armónica. Esta dinámica, generalmente, es observada en compañías, con el fin de mantener a todos los empleados cumpliendo las funciones establecidas, además de cuidar la calidad del trabajo por el que se les está suministrando un pago. En las empresas, siempre existe el puesto de “supervisor” que, de acuerdo al sistema por el que se rige la compañía, puede estar enfocado en sólo cierta área de la misma, para tener un mayor impacto.

En las empresas, el supervisor es uno de los factores claves para que los procesos no se vean alterados, además de regular los asuntos relacionados con la maquinaria, el ambiente del trabajo (en especial el físico) y las técnicas utilizadas por los trabajadores para concretar sus actividades. Esto se realiza desde una perspectiva profesional y que, por requerimientos del puesto, sea experimentada en la materia. Los supervisores gozan de una superioridad jerárquica y, en algunos casos, pueden delegarse parte de las funciones que tendría el director. En algunos casos, el papel de supervisor lo puede cumplir un empleado de la compañía con importancia jerárquica.
Los supervisores pueden implementar ciertos modelos de trabajo dentro del ambiente laboral, para que los empleados puedan relacionarse mejor y ayudarse con respecto a sus tareas. Cabe destacar que, como parte de la regulación que deben cumplir para con los empleados, deben presentar informes periódicos a un empleado superior, como el gerente general, sobre los hechos acaecidos. Sin embargo, eso puede variar según la dinámica que se mantenga en el grupo de trabajo.