Xenelasia

La palabra senelasia proviene del griego xeno, que significa extranjero y el vocablo elas que tiene que ver con ley, por lo que el término se puede entender como ley de extranjeros.

Xenelasia se le atribuye a una ley de la edad antigua en tiempos de las grandes culturas Romana y Helénica. Esta ley prohibía a extranjeros, viajeros y forasteros entrar a esos territorios, principalmente por el origen que estos tuvieran, en otras palabras, se les prohibía el ingreso al imperio a los extranjeros.
La xenelasia es una gran manifestación antigua de discriminación y xenofobia puesta en práctica desde un punto de vista legítimo. los reyes y emperadores de Grecia y Roma respectivamente, promulgaron la ley como medida de protección a su pueblo, que se encontraba en auge, querían dar el mayor beneficio a los miembros de su comunidad o los legítimamente nacidos dentro de su sistema y no algún extranjero que pudiera considerarse del bando enemigo.
Cuidar la economía también era prioridad, los gobernantes creían que la aceptación de cualquier persona extranjera podría afectar el sistema productivo y ponerlo en riesgo. La medida fue tomada inicialmente en estos imperios debido a su gran éxito y por el cual personas provenientes de todo el mundo querían pertenecer, por lo general para mejorar condiciones de vida o huir de la guerra.
En la edad moderna, el término tiene prácticamente el mismo significado. En el Derecho Internacional es adoptada por un Estado para expulsar seguidores de algún enemigo que reside en territorio de su jurisdicción. Tal es el caso de la expulsión de diplomáticos en embajadas o consulados cuando dos países se declaran en enemistad o discrepan muy marcadamente sobre el mismo punto, por lo general en cuanto a corrientes filosóficas que tienen que ver con gobernar.
A pesar de esto, que coloca a la xenelasia como un recurso diplomático, los países desarrollados tienen una aplicación sublime del significado antiguo al no permitir a extranjeros residir en territorio del estado sin hacerlo pasar por un largo y burocrático proceso de legalización, siendo muchas veces negada la posibilidad de permanecer como residente en el país.