Autogestión

Se le llama autogestión a la serie de prácticas, orientadas a la organización personal, con el fin de concretar ciertos objetivos. Esta técnica sirve para que un individuo, por iniciativa y acción propia, pueda prepararse para enfrentar las competencias que acarrean su participación en el mundo laboral. Tradicionalmente, se considera que la autogestión es una especie de “administración autónoma”, en referencia a todos los procesos por los que se tiene que atravesar para lograr el éxito. Forma parte, además, de las llamadas “organizaciones”, estructuras sociales que están dedicadas a regular las relaciones entre los individuos.

Las estructuras administrativas o sociales, son aquellas formas que adoptan los sistemas sociales, como parte de una regulación a las relaciones que ocurren entre las personas. Este concepto, muy presente en la sociología, es relacionado con las asociaciones impersonales y las comunidades íntimas por Georg Simmel. A partir de estos, nacen las organizaciones, en donde se promueve la realización de las metas u objetivos, haciendo uso de la gestión de ciertos individuos y haciendo uso de distintos organismos humanos. Por tanto, la autogestión propone una especie de empoderamiento para las personas, proponiendo nuevas y prácticas formas de organizar su vida diaria, en función a lograr objetivos que les resulten beneficiosos en diversos aspectos de su existencia.
El concepto de autogestión, en sus orígenes, nació como parte de la anarquía, actualmente, es estudiado en la sociología, la psicología, la educación y, a nivel empresarial, por la administración. Uno de los ejemplos más importantes de cómo funciona la autogestión, son las cooperativas, donde los trabajadores controlan el funcionamiento de la empresa, además del trabajo propio.