Lo primordial a la hora de definir la palabra medicina es entender que se trata de una ciencia natural que se incluye dentro del campo de la biología y su trabajo gira en función del ser humano desde la perspectiva biológica.
La medicina está directamente vinculada con el ramo de la salud, pues se ocupa del tratamiento de patologías, además del análisis del funcionamiento general de la estructura corporal humana.
Por otro lado, esta ciencia estudia los diferentes procesos que son desarrollados de manera regular por el organismo del hombre.
El vocablo medicina tiene sus raíces en el latín y, generalmente, también se usa como sinónimo de medicamento, sin embargo, aunque los términos guardan estrecha relación, cada uno tiene su propio significado, pues el último se refiere a los productos que se utilizan con fines terapéuticos y que son recetados por los médicos, quienes se definen a su vez como aquellos que se especializan en el área de la medicina.
Lo indiscutible es que el padre de la medicina es Hipócrates, quien nació en el año 470 antes de Cristo y murió en el 377 de la misma era, y se le considera como tal, pues dedicó gran parte de su vida para establecer las bases elementales para la investigación de esta rama de la ciencia.
Hipócrates fue un sabio de origen griego que se interesó con vehemencia en estudiar los males desarrollados por el cuerpo humano, con la intención de combatirlos y mejorar la calidad de vida de la especie.
Es de hacer notar que la historia de la medicina posee mucha amplitud y sus albores datan de tiempos inmemoriales, estando ligados a la magia y a los conocimientos adquiridos de manera empírica.