El término patrón es originario del latino patrōnus, cuyo significado literal se refiere a un guardián o tutor, o sea, se trata de un individuo que ejerce protección y defensa a favor de otro.
Se encuentra que este vocablo posee diferentes acepciones, dependiendo del área en el que se aplique. Por ejemplo, en el caso de la religión el patrón es el santo que tiene bajo su responsabilidad la protección y cuidado de una iglesia determinada, compromiso que se le puede conferir a una entidad santa, al propio Jesucristo o a la Virgen María en cualquiera de sus advocaciones.
Asimismo, dentro de las empresas públicas o privadas el patrón o patrono es aquel que está en capacidad de contratar a alguien (o varias personas) para que desempeñen una función, a cambio de una remuneración económica.
Tomando como referencia esa afirmación, se deduce que quienes se encuentran en posiciones inferiores dentro del organigrama de una organización no están en capacidad de girar instrucciones que se reservan únicamente para aquellos que ocupan cargos gerenciales.
Mientras que en el campo de la moda, es común el uso del término patrón para definir a la plantilla elaborada sobre papel que servirá para trazar copias idénticas en tela, con el objetivo de darle forma a lo que al final del proceso se convertirá en una pieza de costura, es decir, este concepto engloba a un boceto que representa el punto de partida para la confección de una o varias prendas con características similares, lo que también se puede asociar, en el área de la psicología, a los patrones de conducta que por lo general son imitados por aquellos que se ven expuestos al comportamiento de la figura propia de una autoridad, como en el caso de los niños que repiten en su propio desenvolvimiento la forma de actuar de sus padres.